Talento Adulto
Se miró en el espejo del corredor: cuello de lechuguilla, calzas abullonadas de tejido rojo, jubón beige, zapatos negros con hebilla y en su cabeza, una peluca cana. La casa conservaba los ladrillos de terracota y el tejado imitaba la época colonial. Las molduras de las puertas eran antiguas y tristes. Hizo una reverencia palaciega, mirándose de reojo. Afuera, el ruido de carros modernos y veloces, de estudiantes bullosos, de oficinistas apurados, de música irritante. Se asomó lentamente entre los barrotes de la ventana. No era su época…Seguía siendo un fantasma.
Eduardo Fernández Alonso, 53 años
Santa Fé.