AL FINAL DEL COTEJO

Mención Honrosa

Sobre el campo de juego quedan tendidos los ánimos de triunfo de once jugadores y el sudor de la victoria de otros once. En el terreno quedan también, como si hubieran sido lanzadas para matar, palabras de todos los calibres. Invisible, se presiente la saliva iracunda de los hinchas de cualquier color, quienes, como guerreros ebrios, con sus caras largas y sus ojos llenos de ira, arrojan gritos, insultos y pretensiones insensatas. Dos batallas se han librado. En una se lanzan tiros al arco, en otra, se lanzan flechas de voz que dejan ecos en el silencio del estadio.

Juan Camilo Espinosa Sánchez, 30 años
San Cristóbal.

Ilustración: José Rosero .